Gambitas en Matalascañas:
Después de Doñana, nos fuimos a un bar del paseo marítimo. Allí comimos gambas, a las que invitó el tito Fernan. También invitó a un refresco. Yo me tomé un Nestea. Después de las gambitas no tenía hambre, pero es que mi don es ir a un buffet libre e incharme de comer (que tengo hambre).
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